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  Esta es la historia de un hombre llamado John Smith, él era un hombre viudo, su esposa había muerto en un terrible accidente automovilístico del que él se había salvado. Este acontecimiento lo había dejado muy aterrorizado con todo lo que tuviera que ver con la muerte.
Luego de la pérdida de su esposa, todo en su casa le recordaba a ella. Por eso decidió mudarse a una casa que estaba en venta lejos de la ciudad. Cuando se encontró con la vendedora, él notó que era una anciana muy extraña con una mirada algo asustadiza y le preguntó:
-Hola, ¿cuánto cuesta esta hermosa casa?

A lo que ella respondió:

- Es muy barata, puedo dártela por un poco de dinero.

-En serio usted haría eso, ¿por mi?

- Claro que sí, solo deme el dinero y será suya.

John desconfío un poco de la señora pero al final cedió y le dio el dinero y firmaron los papeles, sorprendentemente en un abrir y cerrar de ojos la casa ya era de él.
Al entrar a la casa sintió una presencia, como si fuera que algo estuviera allí, pero al revisar no se encontraba nadie. John no le dio importancia y siguió con sus cosas hasta que se fue el sol y el día se hizo noche, todo estaba muy silencioso mientras dormía pero se empezaron a escuchar pasos de dos personas en la habitación de arriba que estaba cerrada con un candado y no se podía abrir, cuando fue a revisar notó que esa puerta tenía candado pero no llave, entonces supuso que alguien estaba allí pero al fijarse por la cerradura no vio a nadie y estaba tan cansado que se fue nuevamente a su habitación.

Los pasos de la muerte

A la mañana siguiente llamó a la anciana para preguntarle si sabía algo sobre los pasos que había escuchado la noche anterior y ella respondió:
-Si, los  anteriores dueños, antes que yo, murieron en esa habitación. Sus hijos me contaron que las almas de sus padres, Rick y Miriam, deambulan por ese lugar.
-¿Por qué no me dijo nada sobre eso?

-Ella me lo pidió, es que quiere a alguien joven.

-¿Quien es “Ella”?
-Abre la habi....    

-Hola... ¡Hola!... se cortó.

Asustado y estremecido por aquel llamado, tomo valor y esa misma noche decidió abrir la puerta, agarró sus pinzas y rompió el candado, al hacerlo sintió un escalofrío, empezó a sudar pero finalmente entró. Al hacerlo vio dos luces muy extrañas que lo mareó y cayó al piso.
Una vecina había escuchado el sonido de algo cayendo al suelo y fue a investigar, toco la puerta de la casa de John pero no contestó nadie, entonces volvió a su casa y al observar por la ventana vio a John desmayado.

Llamó a la policía y lo descubrieron muerto con los ojos todos negros y muy pálido. Ellos afirmaron que no fue un homicidio, fue una muerte natural.
La casa fue rematada y comprada por una joven que después de una noche la abandonó porque se escuchaba la voz de una persona diciendo: “¡Regresenme mi alma, Rick y Miriam!”.

 

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